lunes, 26 de marzo de 2012

Eficiencia Energética en las Industrias

Por Enrique Ramírez, Presidente de la Comisión Nacional de Energía.

Las edificaciones industriales constituyen sólo una pequeña parte de las construcciones utilizadas por el hombre, sin embargo en ellas se consume el 31% de la energía mundial.

Se calcula, por ejemplo, que una planta procesadora de alimentos puede llegar a consumir la misma energía que 1000 hogares o más. Se impone, por lo tanto, trabajar en pos de una mayor eficiencia energética en las industrias como forma de garantizar los necesarios avances en la lucha contra el problema energético y sus consecuencias sobre el bienestar del medio ambiente.

El primer paso para lograr una mejor gestión energética es conocer el consumo actual de las instalaciones industriales. Esto significa recolectar los datos de las áreas y equipos que consumen mayor cantidad de energía y analizar su impacto en el consumo total. Se recomienda la instalación y control de medidores de consumo como un paso importante para conocer exactamente las medidas a tomar y calcular la rentabilidad de las operaciones.

Una medida que puede mejorar significativamente el uso de la energía en las industrias es la implementación de sistemas de automatización y regulación de procesos como, por ejemplo, la instalación de un sistema de control de iluminación basado en la ocupación, que se consigue instalando sensores que enciendan la luz automáticamente sólo cuando sea necesario. 

También se puede regular de manera automática la temperatura según las necesidades de cada espacio de trabajo y de acuerdo a los requerimientos de las jornadas de producción. Mediante variadores de frecuencia, por ejemplo, es posible regular los sistemas de ventilación del aire acondicionado. Estas medidas combinadas pueden conseguir proporcionar una mejora en eficiencia energética del 15%.

Otras medidas que se pueden tomar son la sustitución de una maquinaria, o de las conducciones térmicas, por otras más eficientes energéticamente o por ejemplo la implantación de sistemas que utilicen el calor residual de un proceso productivo directamente sobre otro, o indirectamente para generar electricidad que pueda ser utilizada en la misma industria o volcada a la red.

Las industrias son verdaderas devoradoras de energía, la optimización de los procesos de producción como forma de lograr una mayor eficiencia energética es un compromiso de responsabilidad industrial que debe ser asumido por todas las empresas del mundo ¡Empieza hoy!

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